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Descubra el Antiguo Testamento

La historia del Antiguo Testamento comienza antes de que comenzara el tiempo. Comienza:

  • Antes de que hubiera hombre.
  • Antes de que hubieran animales, árboles o flores.
  • Antes de que hubieran planetas y estrellas.
  • Antes de que hubiera agua y aire.
  • Antes de que hubiera sonido.
  • Antes de que hubiera luz.
  • Comienza con Dios.

La historia del Nuevo Testamento surge como un pequeño rayo de luz lejos a la distancia, corre hacia nosotros a través de la oscuridad y brota sobre nosotros en un crescendo de luz, color y sonido. Llena nuestras mentes, emociones y espíritus con la majestad y presencia del mismo Dios Todopoderoso.

Es una historia maravillosa a medida que se desarrolla. Es la historia de Adán. Es la Historia de Noé. Es la historia de Israel . Es nuestra historia. Pero más que nada, es la historia de Dios. Es el inicio de su libro, la explicación de su carácter y el registro de sus obras poderosas entre los hombres y las mujeres desde el inicio del tiempo.

El Antiguo Testamento es un libro de un gran valor espiritual y persona. Esto se debe a que:

  • Nos habla de Dios.
  • Responde preguntas de cómo comenzó la vida.
  • Habla de cómo el mal entró a nuestro mundo.
  • Profetiza acerca del Mesías-Redentor
  • Nos inspira a una vida santa.
  • Llena nuestros corazones de gratitud y alabanza.

Aun así, muchas personas no han descubierto el Antiguo Testamento. Para ellos, su riqueza está escondida, como una enorme veta de oro debajo del patio de alguien.

Excepto por unos cuantos pasajes conocidos, apreciados por muchos: Génesis 1, Salmo 23, Isaías 53, sigue siendo un libro cerrado incluso para muchos cristianos. Se pueden escuchar comentarios como estos:

«El Antiguo Testamento no es pertinente para el mundo de hoy. Sus ideas son anticuadas y su lenguaje es extraño. ¿Quién necesita saber de antiguos reyes judíos y leyes obsoletas? Necesitamos un libro para hoy».”

«El Antiguo Testamento está lleno de cosas que suenan más como mitos y leyendas que realidades: serpientes que hablan y peces que se tragan a personas enteras. Preferiría leer cosas que se pueden demostrar científicamente»”

«He tratado de leer el Antiguo Testamento, pero me parece aburrido. Mi mente divaga y simplemente no puedo interesarme. Es una lectura bastante aburrida»

«Francamente, el Antiguo Testamento me asusta. Es demasiado grande. Además, hay tantos asesinatos y guerras. Y Dios parece tan cruel. El Nuevo Testamento está más lleno de amor».

Hay que reconocer que para un lector nuevo, el Antiguo Testamento sí parece abrumador. Tiene algunas secciones que son difíciles de leer. Y sí contiene violencia. Pero cuando una persona comprende algunos hechos acerca de él, El Antiguo Testamento no es tan imponente o anticuado como puede parecer. Es emocionante. Es dramático. Es realista. Nos dice cosas que necesitamos saber de nosotros mismos y de nuestro mundo. Y más que nada, el Antiguo Testamento nos habla de Dios.

Las riquezas del Antiguo Testamento

Cuando usted descubre el Antiguo Testamento y comienza a leerlo y estudiarlo, se da cuenta de que está lleno de grandes riquezas. He aquí algunas de las razones por las que es un tesoro de riqueza para su lector.

1. El Antiguo Testamento provee la base de toda la Biblia. La Biblia se compone de dos Testamentos: El Antiguo y el Nuevo. Ambos son igualmente parte de la Biblia. Ambos nos hablan de Dios. Ambos nos informan de las verdades básicas que necesitamos conocer. Pero sin una comprensión del Antiguo Testamento, El Nuevo Testamento no se puede comprender o apreciar completamente; sin el Nuevo, el Antiguo se queda incompleto. El Antiguo Testamento estableció la base de la verdad, el Nuevo Testamento luego desarrolla la superestructura.

2. El Antiguo Testamento nos habla de Jesucristo. No podemos saber completamente acerca de Cristo y su propósito para venir a nuestro mundo sin estudiar el Antiguo Testamento. Nos habla de él con descripciones gráficas y tipos. Predice su venida. Enfoca su ministerio. Da vistas previas gráficas de su sacrificio por el pecado. Va más allá de hoy día para hablarnos de su juicio del mundo y de su reino venidero de paz. De hecho, el Antiguo Testamento nos habla tanto de Jesús que algunos maestros bíblicos han dicho que Cristo se puede ver en cada página.

3. El Antiguo Testamento da la base para la fe en Cristo. La fe cristiana se construye sobre la base del Antiguo Testamento.

El Antiguo Testamento es promesa y expectación, el Nuevo es cumplimiento y conclusión. El antiguo es la alineación de las huestes para la batalla de Dios, el Nuevo es el triunfo del Crucificado. El Antiguo es el amanecer de la mañana, el Nuevo es el sol que sale y la luz del día eterno.

Si el cristianismo, la «religión de Cristo» se puede comparar con una catedral espléndida, el Antiguo Testamento es su fundamento sólido.

4. El Antiguo Testamento nos ayuda a conocer a Dios. Más que cualquier cosa. El Antiguo Testamento nos habla de Dios. Lo da a conocer de estas maneras:

El conocimiento factual. Para conocer a Dios, primero debemos saber de él. El Antiguo Testamento revela su carácter en el registro de sus obras poderosas..

El conocimiento personal: El Antiguo Testamento nos lleva más allá de la etapa informativa al lugar donde podemos conocer a Dios personalmente, a través de las experiencias y las relaciones de otros que anduvieron con él.

El conocimiento práctico. Al basarse en un conocimiento personal de Dios, el Antiguo Testamento también nos dice cómo vivir. Revela su voluntad y explica detalladamente la clase de persona que él quiere que seamos. Al obedecer sus mandamientos, pensar como nos dice que pensemos y al aceptar al Salvador que presenta, podemos saber cómo vivir en nuestro mundo complejo.

Cómo conocer a Dios por medio del Antiguo Testamento

La historia del Antiguo Testamento comienza con la creación y termina aproximadamente 400 años antes del nacimiento de Jesucristo. Su escenario principal es Palestina, pero sus acontecimientos se llevan a cabo en una variedad de lugares:

Los palacios de Egipto y Babilonia; los desiertos de Sinaí y Arabia; las montañas de Ararat, Nebo y Carmelo. Aunque su énfasis principal está en los judíos, su historia involucra a muchas personas del mundo: egipcios, hititas, babilonios, cananeos, sirios y una hueste grupos más pequeños. Habla de migración, campañas militares, intriga política y romance. Tiene héroes y villanos; muchachas siervas y reinas; profetas y poetas; jueces, sacerdotes y reyes.

El Antiguo Testamento fue escrito en un período de 1000 años (1440–400 a. C.) por alrededor de 30 autores distintos. Su récord histórico se extiende desde la creación hasta el regreso de los judíos del exilio en Babilonia. Está formado por 39 libros, que pueden dividirse en tres secciones fundamentales: historia, poesía y profecía.

Nos gustaría abrirle la puerta del Antiguo Testamento. Lo haremos simplemente caminando por las páginas de la historia. Usaremos las cuatro etapas fundamentales que se indican en este diagrama. A medida que lo hacemos, nos detendremos en el camino para ver cómo los 39 libros del Antiguo Testamento encajan en este patrón histórico. También haremos una pausa para considerar dos factores vitales que se relacionan con nosotros hoy día.

Primero, veremos cómo se da a conocer a Dios a través de las cuatro fases de la historia del Antiguo Testamento, al revisar los incidentes típicos de cada fase. A medida que vemos cómo Dios obró directamente en las vidas de la gente de una manera sobrenatural y transformadora, aprenderemos más de su naturaleza y carácter.

Segundo, le enseñaremos cómo usted puede verse en el Antiguo Testamento. Dios no ha cambiado, y la humanidad tampoco. Por lo tanto, lo que ocurrió en los días del Antiguo Testamento también es representativo de lo que pasa con nosotros hoy día. En ese sentido, el Antiguo Testamento no es anticuado no obsoleto. Más bien, es un libro con mucho qué decir de Dios para la gente contemporánea.

En el mundo actual de avances científicos impresionantes y condiciones mundiales tensas, tenemos que saber todo lo que podamos de Dios como él se da a conocer en el Nuevo Testamento. Necesitamos conocer a un Dios que es más grande que nuestro mundo y más poderoso que cualquier gobernante en él, un Dios que cumple su Palabra, un Dios que rescata a los perdidos, un Dios que suple las necesidades más profundas de la gente a la que le dio existencia.

Materiales de la lección

TranscripciónGuía de escucha