Conferencia
Los estudiantes bíblicos, al igual que los carpinteros, los dentistas, los mecánicos automotrices y una multitud de otros expertos, comparten dos necesidades: herramientas y habilidades. Cuando combinamos apropiadamente estos dos artículos, cosas buenas ocurren. Si falta alguno o se aplica mal, ocurren cosas peligrosas. En esta lección discutiremos las herramientas requeridas para el estudio bíblico efectivo, y presentaremos tres habilidades que debemos desarrollar para usar bien las herramientas.
Las herramientas del oficio
La mayoría de pastores y profesores bíblicos tienen bibliotecas amplias. Los textos hebreos y griegos, las gramáticas, los comentarios, las concordancias, los atlas bíblicos y otras «herramientas» llenas sus libreras. Pero así como la mayoría de nosotros mantenemos nuestros dientes saludables sin comprar una silla de dentista, la mayoría de nosotros puede hacer un estudio bíblico efectivo sin todas las herramientas y habilidades que nuestros pastores y profesores de Biblia usan. Con una herramienta esencial, y unas cuantas habilidades, podemos adquirir un conocimiento práctico de las Escrituras. Esa herramienta esencial es una buena Biblia de estudio. Si queremos hacer un estudio bíblico más serio, podemos agregar más herramientas y desarrollar más nuestras habilidades, pero podemos comenzar desarrollando un conocimiento saludable de la Biblia con nuestra Biblia y algunas habilidades bien aplicadas.
Nuestra única herramienta «esencial» es una buena traducción de la Biblia. Hay muchas paráfrasis útiles que podemos usar para propósitos devocionales, pero es esencial usar una buena traducción cuando estudiamos un libro o pasaje bíblico. He aquí algunas sugerencias para elegir una Biblia de estudio.
- Gordon Fee y Douglas Stuart, en Lectura eficaz de la Biblia, proveen una discusión detallada de diversas traducciones en español. Ellos recomiendan la Nueva Versión Internacional en primer lugar. También creen que la Reina Valera (RVR60 y RVR95), así como la Versión Popular (VP) son especialmente buenas..
- Es sabio tener por lo menos dos traducciones distintas para que usted pueda comparar cómo las diferentes traducciones presentan el pasaje que está estudiando.
- Los libros sobre métodos de estudio bíblico frecuentemente sugieren una Biblia sin notas o títulos de capítulos porque esas «ayudas» nos enfocarán prematuramente en un bosquejo y echarán a perder su propia alegría de descubrir. Ese es un buen consejo para muchos estudiantes. Sin embargo, a otros les parece que una Biblia de estudio (la Biblia de Estudio NVI o una Biblia de estudio de la RVR60) que tiene notas informativas de cada libro de la Biblia provee información que de otra manera requeriría un comentario de cada libro de la Biblia. Estas Biblias de estudio también proporcionan un bosquejo de cada libro de la Biblia. Sugerimos que idee su propio bosquejo primero (véase la Lección 3), pero una buena Biblia de estudio le proporcionara una manera de revisar su propio bosquejo.
- Una Biblia con referencias al margen le ayudará a encontrar fácilmente otros lugares que una palabra o idea se discute o a encontrar dónde se encuentra un pasaje del Antiguo Testamento que se cita en el Nuevo Testamento.
- Una Biblia con concordancia es una herramienta muy útil que le ayudará a encontrar otros lugares donde se usan las palabras importantes.
- Una Biblia completa: Cuando se hace un buen estudio bíblico usted hará referencias cruzadas entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
- Una Biblia con una buena encuadernación: Cuando entra a su estudio bíblico se estará desplazando de un pasaje a otro. Algunas biblias no están bien encuadernadas y pueden comenzar a desarmarse antes de lo que usted desea.
- Una Biblia con márgenes más amplios le dará espacio para escribir sus propio entendimiento a la par del pasaje donde lo encontró.
No se desanime si no tiene acceso a algunas de estas herramientas. Son adquisiciones útiles para su Biblia, pero muchas personas durante siglos han estudiado sus Biblias sin estas ayudas. Segundo, consiga un cuaderno de hojas sueltas para usarlo como diario. Comience a tomar notas acerca de lo que descubre a medida que estudia. Es importante conservar sus descubrimientos.
Tercero, consiga un lápiz de grafito, o resaltadores de cera par subrayar o resaltar las palabras y los pasajes clave. Un bolígrafo de tinta se filtra por el papel delgado que se usa en la mayoría de las Biblias. Cuarto, establezca algunas metas. Quizá quiera estudiar un libro de la Biblia cada mes y organizar su plan en un calendario. Si planifica un calendario de seis o doce meses, eso lo mantendrá enfocado y le ayudará a desarrollarse como un estudiante de la Biblia constante. Un plan de un libro al mes lo llevará por los sesenta y seis libros de la biblia en cinco años y medio.
Quinto, es útil tener un compañero de estudio. Si un amigo, un miembro de la familia o un pequeño grupo comenzara este curso de Fundamentos del estudio bíblico al mismo tiempo que usted lo comienza, podrían aprender a estudiar la Biblia juntos a lo largo del curso y luego planificar su calendario de estudio bíblico de largo plazo, para que estudien los mismos libros de la Biblia a lo largo del año. Eso ayuda con la motivación y le da alguien con quien interactuar a medida que descubre nuevo conocimiento de las Escrituras.
Tres pasos fundamentales de Fundamentos del estudio bíblico
El método de estudio bíblico inductivo que usamos en este curso incluye tres pasos esenciales:
LA OBSERVACIÓN HACE LA PREGUNTA: ¿QUÉ VEO?
LA INTERPRETACIÓN PREGUNTA: ¿QUÉ SIGNIFICA?
LA APLICACIÓN PREGUNTA: ¿QUÉ SIGNIFICA QUE DEBO HACER?
Cada uno de estos pasos es una habilidad aprendida y el curso de Fundamentos del estudio bíblico está dedicado a ayudarnos a desarrollar los tres. Cuando aprendemos a esquiar, a jugar golf o a cocinar, descubrimos que si pasamos por alto un paso o lo hacemos mal, fracasamos en alcanzar nuestra meta.
Debemos aplicar el paso de la Observación primero porque no podemos interpretar lo que no hemos observado. Observar algo es, de una manera importante, distinto a verlo. Para observar algo tenemos que involucrar nuestra mente. Por ejemplo, todos hemos «visto» bicicletas. Pero suponga que quiere comprar una bicicleta usada. A medida que ve una posible bicicleta, inspecciona la pintura. Observa cuánto se han usado las llantas y revisa los rayos. Ha «visto» muchas bicicletas, pero ha «observado» la bicicleta que considera comprar. La inspeccionó con mayor interés e intensidad que las bicicletas que ve en un aparcabicicletas.
La vemos con nuestros ojos, pero la observamos con nuestro cerebro. Ver es fisiológico; observar es psicológico. La mayoría de nosotros ha leído algo con nuestra mente desconectada, pero cuando leemos de manera observable, nuestras mentes preguntan: «¿Qué hay aquí? ¿Cuáles son los detalles?» Es posible que veamos con desinterés lo que está escrito en una caja de cereal, pero observamos cuidadosamente los detalles de un contrato antes de firmarlo. Leer de manera observable es una habilidad que desarrollamos con el tiempo y la usamos. Estudiaremos el proceso específico de observación en las Lecciones 3 y 4 de nuestro curso de Fundamentos del estudio bíblico.
Usamos la habilidad de interpretación para preguntar: «¿Qué significa?» Después de haber identificado lo que un escritor bíblico en realidad incluyó en un texto, tenemos que sacar algunas conclusiones acerca de lo que el escritor quiso que nosotros entendiéramos con lo que escribió. Estudiaremos el paso de la interpretación en la Lección 5.
Es esencial ver lo que el escritor en realidad escribió. Y es esencial que entendamos lo que quiso decir con lo que escribió. Pero no podemos detenernos allí. Usamos la habilidad de Aplicación para preguntar: «¿Qué debo hacer con lo que sé? Santiago nos advirtió en Santiago 1:22 que si alguien es un oidor y no un hacedor de la Palabra de Dios se engaña a sí mismo. Pero aquí está el problema. Si no observamos bien, no podemos interpretar con precisión y podemos Hacer algo que sea contrario a lo que Dios quiere. Es por eso que incluimos las tres habilidades cuando hacemos el estudio bíblico inductivo.